martes, 28 de diciembre de 2010

Caballero de conciencias.

  Cabalgaba él entre las masas advirtiendo con ímpetu: "No sintáis deseo de lo ajeno, pues sólo os provocará recelo..." así, llamó la atención de los indiferentes y cautivó la mirada de los ciegos. "No os sintáis inferiores ante las hazañas del resto ni las alabeis como si fueran vuestras, pues ellas nunca tuvieron que ver con vosotros..." de pronto, los famosos de turno atendieron con rencor. "No antepongáis un deseo material ante un sentimiento" avergonzando a violadores y ladrones. "No antepongais vuestra necesidad ante la de los demás" influyendo entre los ricos. "Y sobre todo, conoced el mundo por vosotros mismos, que no os lo cuenten" dejando de atender los avispados y enamorando a los ingenuos... "Ahora, morid por vuestros hermanos para que entiendan vuestro sufrimiento en esta sociedad liderada por la envidia y el rencor..." a punto de suicidarse, los ingenuos fueron interrumpidos por sus hermanos quienes les tendieron la mano a una nueva vida, los ricos a los pobres, los niños a los ancianos, los sanos a los enfermos, el rey a sus soldados... Pero nadie frenó la mano del caballero, quien satisfecho, se quitó la vida.

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